La oposición logró dictamen para una nueva ley jubilatoria y pone en jaque al Gobierno motosierra

En un movimiento que vuelve a mostrar la debilidad del oficialismo en el Congreso, la oposición logró avanzar con un proyecto de nueva ley jubilatoria que ahora tiene dictamen y está listo para ser tratado en sesión. La iniciativa, impulsada por bloques como Juntos por el Cambio y otras fuerzas provinciales, busca derogar la actual fórmula de movilidad jubilatoria implementada durante el gobierno de Alberto Fernández y restablecer un esquema de actualización más vinculado al crecimiento económico y las paritarias. El debate, siempre sensible, vuelve a tomar fuerza con elecciones legislativas en puerta y un millón de jubilados como eje central.

El texto aprobado establece que las jubilaciones y pensiones deberán ajustarse dos veces por año, en marzo y septiembre, siguiendo un criterio que combine el 50% del incremento del PBI nominal y el 50% de la inflación registrada en los seis meses anteriores. Esta fórmula, utilizada entre 2017 y 2019, fue diseñada para proteger el poder adquisitivo de los jubilados en épocas de alta inflación, aunque también generaba un mayor gasto estatal. Según cálculos independientes, bajo este nuevo esquema, los aumentos podrían llegar a superar en hasta cinco puntos porcentuales a los otorgados en los últimos semestres con la fórmula actual.

Un pulso político que afecta al Ejecutivo y divide al peronismo

El avance de este proyecto no solo marca un nuevo revés parlamentario para el Gobierno nacional, sino que también desnuda las fisuras internas del Frente de Todos. Algunos sectores kirchneristas, junto a representantes de gobernadores peronistas, ya habían expresado su descontento con la fórmula vigente, considerada insuficiente frente a la caída del salario real de los adultos mayores. Sin embargo, el Ejecutivo intenta frenar el impulso opositor argumentando que cualquier cambio en la actual coyuntura económica podría impactar negativamente en las cuentas públicas y reabrir el conflicto con el FMI.

Pese a ello, el proyecto sigue ganando terreno y podría tener media sanción antes de fin de mes si se logra el apoyo necesario en Diputados. De aprobarse, significaría un giro importante en la política social del país y un fuerte mensaje electoral hacia un sector clave del electorado: los jubilados y pensionados que vienen reclamando desde hace tiempo una mejora real en sus ingresos. Mientras tanto, el Gobierno busca maniobrar entre aliados y críticos internos para evitar otro escenario de derrota legislativa que lo deje aún más expuesto en un año clave.