Silvia Suller: Repasamos la carrera de una mujer que hace 30 años está en los medios

"Hace treinta años estoy en el ambiente artístico", afirma Silvia Suller ante la cámara de Infama o frente al que busque su testimonio. El que sea. En una televisión de golondrinas que no hacen verano, tiene su mérito.

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Se inició en el mundo de los escándalos televisados tras ser abandonada por su amado y odiado, Silvio Soldán. Antes estuvo como secretaria de Grandes valores del tango pero su prueba de fuego se inició entre riñas y llantos. Ese fue el inicio de un modelo de figura mediática que se replicaría.De condiciones artísticas dudosas y habilidad para navegar las aguas del escándalo, nada de lo que hizo fue en vano. Por su mérito o el de ajenos Suller fundó una sub-especie de estrella, lista para opinar, espantar o conmover con el show que es su vida. O la ajena.Hubo capítulos interminables sobre su matrimonio fallido con el conductor legendario de Feliz Domingo, con un pico de popularidad de tintes policíacos por el caso Rímolo. Confesiones sexuales, intentos de suicidio, romances ficticios, reclamos de maternidad, paso por la pista de Bailando por un sueño. La lista de sus "grandes éxitos" sigue.Hoy es una de las invitadas frecuentes de los sillones del "Temaikén de los famosos", como define Santiago del Moro a su Infama. Navega aún las aguas del escándalo, a pesar del paso del tiempo, como una de las sobrevivientes de esa televisión que no gana premios. Definiendo que en la televisión, muchas veces, es mejor estar que ser. (televisión.com.ar)