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Papas fritas: la fobia oculta del presidente argentino


En una curiosa anécdota compartida por el periodista de Ernesto Tenembaum en Radio Con Vos, se revela un peculiar episodio protagonizado por Javier Milei durante una cena en medio de la campaña electoral. Después del segundo debate, un grupo de aproximadamente 50 personas se reunió en una parrilla en Las Cañitas, donde coincidieron Milei y Guillermo Franco en la mesa principal.


La cena transcurría normalmente, con bandejas de ensalada, pan y diferentes cortes de carne siendo servidos, cuando de repente llegaron las papas fritas. En ese momento, Milei se levantó de su asiento, levantó los brazos y exclamó un rotundo "¡No! ¡Papas fritas! ¡No! ¡Papas fritas!" dejando a los mozos paralizados ante su inesperada reacción.

Sin embargo, la situación no terminó ahí. Karina, presente en la cena, intervino rápidamente y pidió que retiraran las papas fritas de la mesa, confirmando así la orden de evitar este acompañamiento. El episodio sorprendió a los presentes y se convirtió en un momento memorable de la velada, ilustrando la particularidad de los protagonistas y la dinámica de la campaña electoral.

La fobia a las papas fritas, conocida como "papafritafobia" o "papafritomobia", puede causar diversos problemas psicológicos y sociales a quienes la padecen. Estos problemas pueden variar en intensidad según la gravedad de la fobia y cómo afecta la vida diaria de la persona. Algunos de los problemas que podría enfrentar alguien con esta fobia incluyen:

-Ansiedad y malestar: La simple presencia o el pensamiento de las papas fritas puede desencadenar síntomas de ansiedad, como sudoración, palpitaciones, temblores, dificultad para respirar, entre otros. Esto puede provocar malestar significativo en situaciones sociales donde las papas fritas estén presentes, como en fiestas, restaurantes o reuniones familiares.

-Limitaciones en la vida social: La fobia a las papas fritas puede llevar a evitar situaciones sociales donde se sirvan o se consuman estos alimentos, lo que puede limitar las interacciones sociales y afectar las relaciones personales y laborales. La persona puede experimentar vergüenza o incomodidad al explicar su fobia a los demás, lo que dificulta aún más su participación en eventos sociales.

-Dificultades alimentarias: Si las papas fritas son un alimento común en la dieta de la persona o si forman parte de platos que de otra manera disfrutaría, la fobia puede causar dificultades para mantener una alimentación equilibrada. Esto podría llevar a una restricción excesiva de la dieta o a evitar ciertos lugares donde se sirven las papas fritas, lo que podría resultar en deficiencias nutricionales o desórdenes alimentarios.

Impacto emocional: La fobia a las papas fritas puede generar sentimientos de vergüenza, culpa o frustración en la persona que la padece. Puede sentirse incomprendida por los demás o juzgada por una fobia que puede parecer irracional para quienes no la comparten. Esto puede afectar su autoestima y su bienestar emocional en general.


En resumen, la fobia a las papas fritas puede causar una serie de problemas emocionales, sociales y alimentarios que afectan la calidad de vida de la persona. Es importante buscar ayuda profesional, como la terapia cognitivo-conductual, para aprender a manejar y superar esta fobia de manera efectiva.

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