Beto Casella se casó en secreto
Tras más de una década juntos, Beto Casella y Carolina Wyler dieron un paso inesperado pero significativo: se casaron en una ceremonia privada celebrada a fines de 2024. La noticia fue revelada por Yanina Latorre en el programa LAM (América TV), quien detalló que la boda tuvo lugar en diciembre con solo 20 invitados, sin presencia de figuras públicas ni exposición mediática. Este bajo perfil caracteriza a la pareja, conocida por mantener su vida personal lejos de los reflectores pese a la popularidad del conductor.
El romance entre Casella y Wyler comenzó en 2011 cuando ambos trabajaban en Radio Pop 101.5. A lo largo de los años, atravesaron momentos de tensión —como el impasse de 2018—, pero siempre lograron reconstruir su vínculo. En 2014 fueron fotografiados públicamente por primera vez, aunque desde entonces optaron por cuidar su intimidad, evitando declaraciones o imágenes sobre su relación.
Una boda discreta, en sintonía con su estilo
La ceremonia, según indicó Latorre, fue un evento sumamente reservado, sin flashes ni anuncios previos en redes sociales. Sin embargo, algunos detalles habían anticipado el cambio de estado civil de la pareja, como el uso de un anillo nuevo por parte de Wyler en su mano izquierda. Esta discreción refleja la actitud constante de Casella y Wyler, quienes prefirieron evitar cualquier escenificación pública de su compromiso.
Pese al tono íntimo del evento, la noticia tomó por sorpresa al ambiente del espectáculo, precisamente por la relevancia mediática de Casella, uno de los conductores más reconocidos del país. Aunque ni él ni Wyler emitieron comunicados oficiales, su entorno cercano ya venía señalando hace tiempo la fortaleza de su relación, incluso en los momentos más difíciles.
Conflictos cruzados y diferencias no cerradas
Curiosamente, la primicia fue difundida por Yanina Latorre, histórica crítica de Casella. Durante el programa recordó un enfrentamiento vivido con el periodista en 2014, cuando ella participó como invitada en el ciclo de Mirtha Legrand. Allí, aseguró haber sido tratada con hostilidad por Casella, quien “se burlaba” de ella durante sus informes diarios en Bendita. “Él me hacía llorar y después decía ‘bueno, ahora seguí hablando’”, relató visiblemente afectada.
Este conflicto trascendió lo profesional y llegó a instancias judiciales. Pese a ello, Latorre aprovechó para remarcar que, hoy por hoy, su reacción sería completamente diferente: “Agarro, levanto el mantel a Mirtha y me voy”. Su testimonio, aunque cargado de resentimiento, sirvió para enmarcar la noticia de la boda en un contexto más amplio, donde las relaciones personales y profesionales muchas veces se entrelazan y chocan.
En medio de este clima, Casella continúa al frente de *Bendita*, mientras Wyler sigue desarrollando su carrera en medios con bajo perfil. La noticia de su casamiento cierra un capítulo de especulaciones y reafirma su decisión de construir una historia en común, alejada de los ojos públicos, pero sólida y duradera.
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