Cómo cuidar la heladera para evitar bacterias y mantener los alimentos seguros

La heladera es esencial para conservar alimentos, pero si no se maneja correctamente, puede convertirse en un caldo de cultivo de bacterias. Según expertos microbiólogos como Oleksii Omelchenko y Judith Evans, la temperatura promedio en muchos hogares suele estar por encima del rango seguro de 0 a 5 °C, alcanzando hasta 15 °C en algunos casos. Esto crea condiciones propicias para la proliferación de patógenos como Listeria monocytogenes o Salmonella .

“La temperatura es crucial”, explican los investigadores. “Muchos refrigeradores carecen de controles precisos, y cada vez que abres la puerta permites que entre aire caliente, elevando el riesgo”. Además, las fluctuaciones constantes pueden acelerar la multiplicación de bacterias, incluso en productos refrigerados como carnes, quesos blandos o vegetales preenvasados.

Para reducir estos riesgos, los expertos recomiendan: minimizar la frecuencia de apertura de la puerta, organizar los alimentos estratégicamente (los más perecederos en la parte trasera), y limpiar regularmente las juntas de goma de la puerta para evitar moho. También sugieren no sobrecargar la heladera y mantenerlo lleno solo al 75%, permitiendo una mejor circulación del aire frío.

Otro consejo práctico es colocar termómetros en diferentes zonas del refrigerador para monitorear la temperatura real. “Si alguna zona supera los 5 °C regularmente, es hora de ajustar la configuración”, señalan.

Finalmente, separar alimentos crudos de los listos para consumir y almacenar carnes en el estante inferior reduce el riesgo de contaminación cruzada. ¿Estás cuidando bien tu refrigerador? Pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia en la seguridad alimentaria y la salud de tu familia.