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"Roma no paga traidores": El origen de la cruda frase que Milei usó para justificar sus desplantes en el Tedeum

La enigmática sentencia de Javier Milei en redes sociales, "Roma no paga traidores", que siguió a su notorio desplante a la vicepresidenta Victoria Villarruel y al jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, no es una mera ocurrencia. Esta expresión, cargada de historia y simbolismo, tiene profundas raíces en el Imperio Romano y se utiliza para señalar la condena a la deslealtad y la traición.

La frase "Roma no paga traidores" resonó con fuerza en el ámbito político argentino luego de que el presidente Javier Milei la publicara en su cuenta de X (antes Twitter), generando un sinfín de interpretaciones. El mensaje apareció poco después de que Milei evitara saludar visiblemente a Victoria Villarruel y Jorge Macri al finalizar el Tedeum del 25 de mayo, en lo que fue leído como un claro gesto de enojo o reproche. Pero, ¿de dónde viene esta expresión y por qué es tan potente?
Historiadores y expertos en el mundo clásico coinciden en que la frase "Roma no paga traidores" (o variantes como "Roma no recompensa traidores") encapsula una máxima de la antigua Roma. En un imperio donde la lealtad era un pilar fundamental para la cohesión social, política y militar, la traición se consideraba uno de los crímenes más aberrantes. Aquellos que conspiraban contra el Estado, sus líderes o sus principios, no solo enfrentaban penas severas que podían ir desde la ejecución hasta el exilio y la confiscación de bienes, sino que también eran condenados al oprobio público.

Una de las anécdotas más citadas que populariza esta idea se atribuye al general romano Lucio Cornelio Sila Félix, conocido por su brutalidad y sus proscripciones. Se cuenta que Sila habría prometido grandes recompensas a quienes traicionaran a sus enemigos, pero una vez logrados sus objetivos, ejecutaba a los traidores, argumentando que "Roma no paga a quienes traicionan a su propia gente" o incluso a quienes se traicionan a sí mismos por ambición. La idea central es que, si bien se podía utilizar a un traidor para obtener información o ventajas, Roma nunca les otorgaría un reconocimiento duradero ni una recompensa legítima, ya que su deslealtad inherente los hacía indignos de confianza y honor.

Con el paso del tiempo, esta frase trascendió su contexto histórico para convertirse en un aforismo que subraya la idea de que la traición no es tolerada ni recompensada en entornos donde la lealtad es un valor supremo. Se aplica en diversos ámbitos, desde la política y los negocios hasta las relaciones personales, para advertir sobre las consecuencias de la deslealtad.

En el contexto actual, la elección de esta frase por parte del presidente Milei ha sido interpretada como una justificación categórica de su accionar en el Tedeum. Al invocar "Roma no paga traidores", el mandatario sugiere que Villarruel y Macri habrían incurrido en algún tipo de deslealtad, aunque no especificó públicamente cuáles serían las acciones que considera una "traición". La contundencia de la expresión y su origen histórico refuerzan la idea de una condena sin rodeos a comportamientos que el presidente considera inaceptables, dejando un mensaje claro sobre las expectativas de lealtad en su círculo político.

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