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El gobierno no asistió a la audiencia clave y el conflicto se agrava


Escándalo en el conflicto del Hospital Garrahan: a pesar de haber convocado a una nueva audiencia con los gremios por los reclamos salariales, el Gobierno nacional brilló por su ausencia. La situación tensa a la comunidad médica y genera indignación entre los trabajadores, quienes llevan más de un año exigiendo mejoras salariales y un plan a largo plazo.

La esperada audiencia que debía destrabar el conflicto en el emblemático Hospital Garrahan, uno de los centros pediátricos más importantes del país, terminó en un rotundo plantón. A pesar de haber sido el propio Ministerio de Capital Humano quien había convocado a los cinco gremios ligados al nosocomio para este miércoles 4 de junio, los representantes del Gobierno nacional no se presentaron en la mesa de diálogo, profundizando la crisis y la indignación entre los trabajadores de la salud.

La ausencia oficial cayó como un balde de agua fría sobre los gremios, que esperaban avanzar en las negociaciones por mejoras salariales que se arrastran desde hace más de un año. La situación es crítica: los trabajadores del Garrahan exigen una reestructuración de sus haberes que contemple no solo un aumento inmediato, sino también un plan de mediano y largo plazo con ajustes periódicos por inflación. Cabe recordar que los residentes ya habían rechazado una oferta de un bono no permanente de 500.000 pesos ofrecido por el Ministerio de Salud, por considerarlo insuficiente y coyuntural.

La convocatoria a esta audiencia había sido anunciada con bombos y platillos por el Ministerio de Capital Humano a través de un comunicado, con el objetivo de "generar espacios de diálogo entre las partes y avanzar en la búsqueda de soluciones a los conflictos planteados". Incluso la ministra Sandra Pettovello había compartido información sobre la misma en sus redes sociales, elevando las expectativas de una resolución. Sin embargo, la no asistencia desmantela cualquier atisbo de acercamiento y pone en jaque la voluntad de diálogo del Ejecutivo.

Este nuevo capítulo en el conflicto del Garrahan no solo exacerba la tensión con los trabajadores, sino que también deja en evidencia la postura del Gobierno, que, mientras analiza posibles sanciones ante la continuidad de las medidas de fuerza, parece rehuir el encuentro directo con los afectados. La situación del hospital, clave para la atención de miles de niños y niñas de todo el país, se mantiene en un punto crítico. La comunidad médica y los pacientes esperan respuestas concretas que, por el momento, el Ejecutivo no parece dispuesto a dar en la mesa de negociación. La pelota sigue picando en un escenario de creciente incertidumbre.

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