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El nuevo servicio militar voluntario genera polémica: la inédita propuesta oficial y las duras críticas de las Fuerzas




El gobierno argentino decidió modificar el programa de Servicio Militar Voluntario para incentivar la incorporación de jóvenes que no estudian ni trabajan. La iniciativa busca fortalecer el perfil profesional, educativo y cívico de los participantes, pero ya generó un fuerte debate y críticas en un sector de las Fuerzas Armadas.


El plan, que flexibiliza los requisitos de ingreso, apunta a reclutar a jóvenes de entre 18 y 28 años, tanto hombres como mujeres. Una de las novedades es la obligatoriedad de que los aspirantes finalicen sus estudios secundarios para poder acceder al programa. El Ministerio de Capital Humano jugará un rol clave en esta propuesta, creando una plataforma de desarrollo personal y profesional con énfasis en la formación educativa y laboral.


La propuesta establece que el Ministerio de Defensa otorgará certificaciones formales sobre las habilidades adquiridas en áreas como gastronomía, mecánica y administración, con el objetivo de facilitar la inserción laboral de los egresados. Además, la instrucción militar incluirá módulos de asistencia en emergencias y respuesta ante desastres, ampliando el rol de los efectivos.


Sin embargo, el proyecto no está exento de controversias. Algunos sectores dentro de las Fuerzas Armadas han expresado su preocupación por los costos que implicará la implementación de estos cambios y sostienen que la institución militar no debe ser una herramienta para resolver problemas sociales como la deserción escolar. Las críticas también apuntan a la forma en que se anunció la medida, a través de los medios de comunicación y sin un decreto oficial que la respalde.


Otro punto de tensión es la falta de información previa a los militares sobre la nueva política y la ausencia de respuestas a sus demandas salariales, un reclamo histórico. La brecha salarial entre las Fuerzas Armadas y las fuerzas de seguridad, que se originó en un decreto de 2007, sigue siendo una fuente de malestar entre los efectivos. A pesar de las objeciones, el gobierno aseguró que los cambios se implementarán de forma gradual y que aquellos que finalicen el servicio podrán continuar su formación en el Ejército, la Fuerza Aérea o la Armada.


El debate sobre el nuevo servicio militar voluntario ya está instalado, mezclando expectativas de inclusión y desarrollo con cuestionamientos sobre su viabilidad y el verdadero rol de las Fuerzas Armadas.

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